827 Hay que popularizar lo más que se pueda el conocimiento de la Sagrada Biblia, que es el fundamento de nuestra religión porque nos resulta más fácil acomodar la narración sagrada a la enseñanza de la moral y del dogma .
828 No se debe obligar a nadie a recibir los Sacramentos de la Confesión y Comunión. Cada uno acérquese a ellos libremente, por amor y no por temor.
829 Donde no hay religión, todo se degenera en inmoralidad y deshonestidad.
830 Sin religión no hay verdadera ciencia, no existe moralidad ni educación.
831 El catecismo de los Oratorios Festivos es la única tabla de salvación para la juventud desenfrenada.
832 Únicamente la religión es capaz de dar pleno cumplimiento e influir en la gran obra de la verdadera educación.
833 La verdadera religión no consiste solamente en palabras; hace falta demostrarla con obras.
834 La religión siempre fue considerada como el único sostén de la sociedad humana y de las familias: donde no hay religión no existen ni moralidad ni orden.
835 El principio de la autoridad Divina en su cabeza visible, es la base de nuestra santa religión católica.
836 Sostengo que sin religión no se puede obtener absolutamente nada entre la juventud.
837 Amad, respetad, practicad nuestra santa religión; esa religión en la cual yo os he educado y os he preservado de los peligros del mundo; esa religión que nos consuela en las penas de la vida y nos conforta de la muerte; esa religión que nos abre las puertas de la felicidad sin fin.
838 La religión es el único sostén en las miserias y aflicciones de esta vida, pues únicamente ella nos asegura una felicidad verdadera después de la muerte.
