SUFRIMIENTO

 

887 El yugo de la cruz es como el jugo que usan las abejas, que impide a los insectos nocivos la entrada a la colmena.

888 En el Evangelio se encuentra escrito: Bienaventurados los que sufren, y no los que gozan.

889 Existe una providencia que guía nuestro destino y que permite con frecuencia que uno caiga en los males que deseaba a otro.

890 Todos debemos cargar nuestra cruz con Jesús, y esa cruz son los sufrimientos que encontramos en el camino de nuestra vida.

891 El camino de la cruz es el que nos conduce a Dios.

892 De la cruz podemos sacar fortaleza, rezando y meditando.

893 Venceremos a nuestros enemigos, abrazándonos a la cruz.

894 No basta tomar la cruz en la mano, es necesario saber cargarla.

895 Los achaques de la vejez, tomémoslos como nuestra cruz.

896 No basta cargar, es necesario amar la cruz que Jesús nos pone sobre las espaldas.

897 Súfrelo todo, pero no te olvides que ha de ser con caridad.

898 Para hacer el bien hay que tener el valor de sufrir y sobrellevar las contrariedades.

899 Dios nos quiere en el paraíso, pero por el camino de las tribulaciones.

900 Acuérdate tú que sufres, que trabajas por un Patrón que es Dios.

901 Las espinas de la vida se trocarán en flores para toda la eternidad.

902 Si en esta vida soportamos las espinas, en la otra gozaremos de las rosas.

903 Tarde o temprano, por amor o por fuerza hay que abandonarlo todo y para siempre; al mundo con sus lisonjas, a padres, amigos y casa.

904 Cuando sintáis las espinas, metedlas entre la corona de Jesús.

905 Es necesario que nos crucifiquemos con Jesucristo; la cruz es su bandera y su estandarte; quien no lo quiere seguir no es digno de ser su discípulo.

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