906 Nuestra Congregación no disminuirá nunca, antes bien, irá siempre en aumento, con tal que se trabaje mucho y se haga reinar la templanza.
907 La templanza es bendecida por el Señor y refuerza nuestra inteligencia y nuestra salud corporal.
908 Dadme un joven que sea mortificado en el comer, en el beber, en el dormir, y lo veréis virtuoso, cumplidor de sus deberes y amante de todas las virtudes.
909 En la cena hay que comer menos que en la comida y recomendar a los jóvenes tener ligero el estómago al acostarse.
910 No os impongo específicamente ningún ayuno, pero os recomiendo la templanza.
911 Sed parcos en comer carne y en beber vino; los excesos de inmoralidad que campean en algunos países se deben al abuso de la carne y del vino. La sobriedad en la alimentación alivia los problemas espirituales.
912 Estómago cargado es causa de tentación; todo lo que llena en exceso el estómago, es materia apta para el diablo.
913 Templanza y trabajo son los dos mejores custodios de la virtud.