TRABAJO

 

914 Si trabajo de prisa, es porque por muchos años que se viva, no se puede hacer ni la mitad de lo que quisiera.

915 Trabajad, trabajad mucho, pero haced de modo que lleguéis a trabajar por mucho tiempo. 

916 No hay que obstinarse en querer trabajar; donde no se puede hacer nada, es mejor cambiar a otro lugar donde
puedan emplearse nuestras fuerzas útilmente.

917 Convencéos de que el hombre ha nacido para el trabajo; y cuando se excusa de él, está fuera de su centro y corre
riesgo de ofender a Dios.

918 En mi Casa nunca faltará pan, pues la Divina Providencia proveerá; trabajo, porque cada uno desempeña el oficio
de tres; paraíso, porque quien come de la Providencia y trabaja por Dios, tiene derecho a un pedazo de cielo.

919 El trabajo es la mejor arma contra los enemigos del alma.

920 Trabajo por Dios: el paraíso lo recompensa todo.

921 Mis queridos jóvenes, en vez de sugerir penitencia o disciplina, os recomiendo Trabajo, Trabajo, Trabajo.

922 Quien no se habitúa al trabajo desde la juventud, será por regla general un flojo hasta la vejez.

923 Por trabajar se entiende cumplir fielmente con las obligaciones del propio estado.

924Trabajemos constantemente en esta vida para salvar nuestra alma y muchas otras almas; ya descansaremos en la
eternidad bienaventurada.

925 El trabajo y la templanza harán florecer nuestra sociedad.

926 Trabajemos sin cesar y haremos mucho bien.

927 Mientras estemos siempre ocupados, nuestros asuntos andarán bien.

928 También el trabajo ayuda a conservar la moralidad.

929 Mientras se trabaja, se destierra al demonio.

930 Vivimos en tiempos en los cuales es necesario obrar. El mundo se ha vuelto materialista, por esto es necesario
trabajar y dar a conocer el bien que se hace.

931 Nosotros no estamos para buscar dinero, sino para trabajar.

932 No estéis nunca desocupados; si no trabajáis vosotros, trabajará el demonio.

933 Si quieres hacer mucho, trabaja poco, o sea, no más de lo que tus fuerzas te lo permitan.

934 Seamos ambiciosos, pero de salvar nuestra alma con sacrificio.

935 Haced agradables las vacaciones, mas no estéis ociosos.

936 A quien no le guste trabajar, no es buen Salesiano.

937 Mientras los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora se consagren a la oración y al trabajo, practiquen la templanza y cultiven el espíritu de pobreza, las dos Congregaciones harán mucho bien; pero si por desgracia aflojan en el fervor y rehuyen del trabajo y aman las
comodidades de la vida, habrá terminado todo, comenzará la decadencia, caerán por tierra ydesaparecerán.

938 Como yo me sacrifico, entiendo que todos los Salesianos trabajarán por la Iglesia hasta el último aliento.

939 Trabajar con ahínco para preparar mejor nuestra salvación eterna. Este debe ser el fin de todo Salesiano y su
continuo anhelo.

940 Los Salesianos triunfarán en todo con la humildad, con el trabajo, con la templanza.

941 ¡Ánimo!. Todo pasa, sólo Dios queda. Ama tu trabajo y no dejes de cumplir tu deber cada día.

942 Si un Salesiano sucumbiese por exceso de trabajo, ganará otros cien para la Congregación.

943 Nuestra Congregación os asegura: Pan, Trabajo y Paraíso.

944 Recuerda siempre a todos los Salesianos el lema adoptado por nosotros: TRABAJO y TEMPLANZA. Son dos
armas con las cuales llegaremos a triunfar en todo.

945 Ninguno entre a la Congregación con la esperanza de estarse con las manos en la cintura.

946 Si correspondemos a las gracias de Dios con el trabajo, con la templanza, con el buen ejemplo; el Señor se servirá
de nosotros, de tal manera que quedaremos gratamente sorprendidos por el éxito alcanzado y de seguir haciendo
maravillas. Con el espíritu de dulzura de San Francisco de Sales, el mundo tendrá que ceder ante la bondad y en la
gloria de Dios veremos el bien de la sociedad. Podremos exclamar: "Omnia possum in eo que me confortat". 

947 Cuando un Salesiano sucumb a bajo el peso excesivo, trabajando por las almas, entonces podréis decir que nuestra
Congregación ha alcanzado un gran triunfo y sobre ella descenderán copiosas bendiciones del cielo.

948 Ánimo, si aquí en la tierra trabajas, en el cielo tendrás gozo eterno.

949 Me consta que se trabaja mucho, esto me satisface, porque donde se trabaja incesantemente, el demonio fracasa.

950 Sólo las buenas obras son las verdaderas riquezas que nos aseguran un puesto allá en el cielo.

951 El dinero no puede llenar el corazón del hombre, sino el buen uso que de él se hace, es lo que produce la verdadera
satisfacción.

952 Trabajemos con fe, practicando nosotros mismos lo que recomendamos a los demás.

953 Cada día se trabaja por el paraíso, los bienes de esta vida son transitorios, los del cielo son eternos. Asegúratelos.

954 La templanza y el trabajo son los guardianes de la virtud.

Alt Text