Cuenta la leyenda, que antes de que la humanidad existiera, se reunió un grupo de duendes, para hacer una travesura ... 

Uno de ellos dijo que muy pronto serian creados los seres humanos, y que no concideraban que era justo que tuvieran tantas virtudes y tantas a posibilidades ... A lo que el mas anciano de ellos agrego: 

"Es previsto que tengas defectos y dobleces, pero eso solo servira para hacerlos mas completos. Tal vez podamos privarlos de algo, que les haga vivir cada dia un desafio.."¡que divertido!" dijeron los demas. 

Un duende joven y astuto, desde un rincón, comentó: "Deberiamos quitarles algo que sea importante..." y todos pensaron... 

"ya se!" dijo un viejo .. "¡vamos a quitarles la llave de la felicidad!"

"¡maravilloso!¡excelente!¡fantastico!" gritaron todos y bailaron ... "¡el problema es donde esconderla para que no la puedan encontrar!". 

Uno de ellos sugirio esconderla en la montaña mas alta del mundo, a lo que el otro, enseguida le contesto que podrian subir y encontrarla. Otro duende propuso esconderla en el fondo del mar, pero le contestaron que el hombre puede construir aparatos para bajar y encontrarla facilmente ... otro miembro del grupo de los duendes dijo: "escondamosla en un planeta lejano a la tierra" otros dijeron: "recuerden sus inteligencias .. alguno va a construir una nave en la que puedan viajar a otros planetas.. ". 

El duende más viejo, que había permanecido en silencio, escuchando atentamente, se puso de pie y sugirio: "creo saber donde esconderla para que no la descubran ... debemos esconderla donde nunca la buscarian ..." 

Todos preguntaron: "¿Dónde?" y el anciano respondio: "Dentro de ello mismo muy cerca del corazon". 

Todos aplaudian y reian, mientras uno contento gritaba: "¡estaran desesperados buscandola afuera, sin darse cuenta que la traen consigo todo el tiempo! ¡Ja, ja, ja !" 

El joven astuto pregunto: "Pero si los hombres tienen en deseo de ser felices, y surge algun sabio que la descubra, no le dirá la clave a todos?" - "quiza si, pero como desconfiaran de las cosas simples, si un sabio revela el secreto, nadie le creera..." dijo el anciano.